El día que nací yo
Ana María Alcaraz Roca
Entre los horrores que nos dejó la guerra civil de 1936 se encuentra, además de los millares de personas que perdieron la vida por su culpa, la imagen tristísima de quienes quedaron con el alma devastada y que tardaron años en recuperar (o no recuperaron) su buen nombre, su dignidad pública. Por ejemplo, los maestros, objetivo prioritario de la saña de los vencedores.
En este libro se recupera la historia de uno de esos educadores: Enrique Piñana, un hombre íntegro y cabal, profundamente cristiano, arrollado por aquel tsunami de calumnias y rencor, que intentó derribarlo y aniquilar su espíritu, sin que jamás se resignara a aceptarlo.
Una novela conmovedora, que nos muestra hasta dónde puede llegarse con la verdad, la rectitud y la dignidad como banderas.